Sabiamos no decirnos nada conservando en apariencia una amistad consolidada. Sabiamos no exigirnos mucho hola que haces? convidame un pucho que me tenes abandonada. Vos con tu mochila a cuestas, yo con las escusa perfecta para charlar de pavadas. Quiso el destino que esta noche hiciera frio y que el ruido de los autos me hiciera hablarte al oido. Y si el diablo se contenta con que dures un instante vos y yo nuestras miserias y esta noche por delante amor. Brindamos por el olvido y el espiritu del vino se fue haciendo nuestro amigo. Con el corazon en llanta nada mejor que tu lengua abrigando mi garganta.

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