Refugiada en el cálido pecho de un muchacho

Bebían y se amaban, o eso parecía, discutían a veces y a veces sonreían. Se besaban y odiaban, pero nadie es perfecto, el amor es difícil y extraño en estos tiempos.
La noche debilita los corazones, noches de funeral, de vino y rosas.
Brindemos por el amor y sus fracasos,
quizás podamos escoger nuestra derrota.
El sol limpia las calles, la memoria, feroces pasiones atenúa.
Invéntate el final de cada historia,
que el amor es eterno mientras dura.

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